Estos alambiques fueron fabricados por la empresa francesa “Laboratoires Dujardin-Salleron” a principios del Siglo XX. Se empleaban para determinar, previa destilación, la graduación alcohólica de bebidas como vino, sidra y cerveza, entre otras.
Están compuestos por un calentador y una caldera de cobre o calderín, cerrada en su parte superior y comunicada por un tubo con un serpentín sumergido en un recipiente con agua fría.
Se introduce en el calderín una cantidad determinada de bebida a medir. Luego se inicia el proceso de destilación. El líquido destilado, libre de impurezas que pueden interferir en la medición, se recoge en una probeta. En ella, con el empleo de un alcoholímetro se mide su grado alcohólico.
Los alambiques se encuentran en la Biblioteca Museo de Química y Farmacia de la Universidad Nacional de La Plata.