Besos a través del tiempo es una obra interactiva de realidad aumentada, realizada por Andrés Pablo y Tomás Garcerón.
Está basada en la escultura de mármol El Guidarello Guidarelli, de Tulio Lombardi, que data del siglo XVI. La obra se encuentra en el Museo de Arte de la ciudad de Ravena y tiene una historia muy particular.
La mujer, el beso y el caballero
A lo largo de los siglos se corrió la leyenda de que cualquier mujer que besara la efigie del caballero se casaría en menos de un año. Además, tendrían hijos tan nobles y bellos como aquel guerrero. Tal fue la cantidad de mujeres que depositaron labial en la obra que, con el pasar del tiempo, la escultura se manchó de forma permanente y fue apartada del público.
La copia en yeso que pertenece a nuestro Museo fue encargada por Dardo Rocha, fundador de La Plata, para su casa y estuvo allí muchos años. Hoy se encuentra en el hall de entrada de la Facultad de Artes.
A partir de su interesante historia, los autores de Besos a través del tiempo propiciaron recrear la interacción del público con la escultura, pero sin la necesidad de entrar en contacto con ella.
Una experiencia interactiva
Pensaron, entonces, una experiencia interactiva de realidad aumentada colaborativa. Así, la propuesta invita a los usuarios a recorrer la historia del Guidarello Guidarelli e inspeccionar los besos que le fueron quedando marcados. Asimismo, incita al visitante a descubrir qué tiene para decir el caballero, desde una mirada más actual, a esas personas que, al besarlo, buscan un amor ideal.
El público puede, además, dejar sus besos virtuales sobre la escultura y compartir sus opiniones, experiencias y consejos sobre el amor con las personas que disfruten la experiencia.
La obra busca generar un espacio de reflexión colectiva sobre el amor romántico. Es decir sobre el “felices por siempre”, los romances de telenovela y el matrimonio como norma social. Los autores creen que escultura tiene esa carga cultural por su tradición y por el contexto histórico en el que surgió el mito. Sobre eso el caballero, a quien con la obra interactiva recuperó la voz, protesta. Advierte cautela en el amor a los primeros visitantes (ya que vio millones de amores ir y venir) para que no se ilusionen ideales perfectos.
